Ver la misa en vivo por internet se ha convertido en una de mis prácticas favoritas últimamente. Mira cómo puedes verla ahora mismo.
Al principio, empecé por necesidad, como muchos otros, durante la pandemia, pero terminó convirtiéndose en un hábito espiritual que aún conservo, especialmente en días ajetreados o cuando estoy lejos de mi ciudad.
Soy católica y siempre he disfrutado de la misa dominical. Me gusta el ritmo, las lecturas, la homilía, la Eucaristía…
Pero con mi rutina laboral, mis compromisos sociales y, sobre todo, el cuidado de mi familia (quienes tienen niños pequeños lo entienden), no siempre puedo estar físicamente presente en la iglesia.
Y fue entonces cuando internet se convirtió en un aliado de la fe.
Hoy en día, cuando no puedo ir a la parroquia, veo la misa en canales católicos que la transmiten en vivo por internet.
Y mira, hay varias opciones buenas y de calidad, con liturgias hermosas y bien dirigidas, que me ayudan a mantener mi corazón firme en la fe.
Misa en vivo
Uno de mis canales favoritos es TV Canção Nova. Transmiten misas todos los días en vivo desde el Santuario del País de las Misericordias, en Cachoeira Paulista.
El canal tiene una programación muy espiritual, con rosarios, sermones y adoración al Santísimo Sacramento.
Tiene su propia aplicación, que se puede descargar en el celular desde la App Store o la Play Store, y también está disponible en YouTube. Siempre que puedo, la veo allí.
Otro canal muy bueno es TV Aparecida, que transmite misas en vivo desde el Santuario Nacional de Aparecida.
Es conmovedor ver la celebración en ese altar tan representativo de la fe católica en Brasil. Además, tienen una aplicación gratuita y transmiten en YouTube.
He visto misa desde allí incluso fuera de Brasil, cuando viajaba por Alemania. Solo necesitaba una conexión wifi y listo: estaba espiritualmente en Brasil de nuevo.
Además de estos dos, me gusta mucho Rede Vida, una de las emisoras católicas más grandes del país. Transmiten misas todos los días, generalmente con sacerdotes muy bien preparados y una producción impecable.
Tienen su propia aplicación, sitio web oficial y canal de YouTube. Algo que distingue a Rede Vida es que, además de la misa, ofrecen programas familiares, noticias y programas infantiles con valores cristianos, ideales para quienes tienen niños en casa.
También está el canal de la Arquidiócesis de São Paulo, que transmite diariamente en vivo desde la Catedral de São Paulo.
Es una misa más «urbana», por así decirlo, que refleja la realidad de las grandes ciudades, con homilías que abordan temas de gran actualidad.
También tienen un canal de YouTube y las transmisiones suelen ser muy puntuales.
Vaticano, Canção Nova, TV Aparecida y Rede Vida
Ah, y para quienes disfrutan de seguir las misas del Vaticano, el canal Vatican News (también en YouTube) es una excelente opción.
Pueden ver misas presididas por el Papa Francisco, así como celebraciones especiales como el Domingo de Ramos, Pascua, Navidad y Corpus Christi.
He visto algunas en italiano e incluso en latín; incluso sin entenderlo todo, es una profunda experiencia espiritual.
Con tantos canales, es imposible decir que no se puede asistir a misa por falta de tiempo o transporte.
A veces la veo en mi celular mientras viajo (con el auto estacionado, por supuesto), o en mi laptop cuando trabajo hasta tarde.
Un día vi la misa en la sala con mis hijos, y el mayor repitió algunas partes conmigo: momentos sencillos, pero que reconfortan el corazón.
En definitiva, la misa en línea no reemplaza por completo la misa presencial, pero es una hermosa alternativa para mantener viva nuestra fe en nuestra vida diaria.
Y, sobre todo, es una prueba de que la Iglesia también se ha adaptado para estar donde está la gente, incluso en las pantallas de nuestros celulares.
Si aún no lo has probado, te lo recomiendo: descarga las aplicaciones de TV Canção Nova, TV Aparecida, Rede Vida o síguelo en el canal de YouTube de tu parroquia o arquidiócesis local.
Un clic te puede llevar directamente al altar. Y, como suelo decir: lo que importa no es el lugar, sino la intención del corazón.
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